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En mayo de 2019 entró en vigor el Real Decreto-ley 8/2019, que exige a todas las empresas en España llevar un registro de la jornada laboral de sus empleados. Esto significa que las empresas deben registrar diariamente la hora de entrada y salida de los trabajadores. El objetivo es prevenir los abusos relacionados con las horas extra no remuneradas y mejorar la conciliación entre la vida laboral y personal.
El registro de la jornada es obligatorio para todas las empresas y todos los sectores. No hay exenciones por tipo de industria o sector económico. Sin embargo, los métodos para implementar el control de horarios pueden variar según la naturaleza del trabajo. Por ejemplo:
- En trabajos de oficina se pueden usar sistemas electrónicos de fichaje o aplicaciones móviles.
- En trabajos con mayor movilidad o flexibilidad, como los comerciales o trabajadores a distancia, se puede utilizar un sistema más flexible, siempre que quede constancia de las horas trabajadas.
El registro de la jornada laboral es obligatorio desde el 12 de mayo de 2019, fecha en la que el Real Decreto-ley 8/2019 entró en vigor. Las empresas que no cumplen con esta normativa se enfrentan a sanciones económicas.
El registro debe incluir:
- Hora exacta de inicio y fin de la jornada laboral de cada empleado.
- El formato puede ser electrónico o en papel, pero debe ser accesible y claro.
- La empresa debe guardar estos registros por un mínimo de 4 años, y estos deben estar disponibles para los trabajadores, representantes sindicales y la Inspección de Trabajo.
Existen algunas excepciones al registro de jornada:
- Altos directivos o cargos de confianza que no tienen una jornada estricta.
- Empleados con un contrato de trabajo autónomo o bajo otros tipos de relación no laboral (socios, colaboradores, etc.).
Las empresas que no cumplan con la normativa se enfrentan a multas por parte de la Inspección de Trabajo. Las sanciones pueden variar dependiendo de la gravedad de la infracción:
Infracciones leves: pueden resultar en multas de entre 626 a 6.250 euros.
En casos más graves, como el fraude o la falsificación de los registros, las multas pueden ser más elevadas.
El control de la jornada laboral permite que los empleados aseguren que se respeten sus horas de trabajo y descanso, reciban una compensación justa por las horas extras trabajadas y mejoren la conciliación laboral y familiar, ya que ayuda a evitar jornadas excesivas.
Para los empleadores, este control implica la obligación de implementar un sistema para registrar la jornada, ya sea mediante software, relojes de fichaje o apps móviles. Además, establecer un protocolo claro para el registro, informando a los trabajadores de cómo deben fichar. Así, asegurarse de que los registros sean claros, accesibles y se mantengan archivados durante los cuatro años que exige la ley.
En el caso de los trabajadores a distancia o con horarios flexibles, el empresario tiene que adaptarse a las particularidades de su trabajo. Aunque la ley no especifica un método concreto para estos casos, lo importante es que el registro sea fiable y verificable.
Para sectores como la agricultura o la hostelería, donde los horarios pueden ser irregulares, también es obligatorio registrar las jornadas de cada empleado, aunque puede haber flexibilidad en la implementación.
La ley del registro de jornada laboral en España tiene como objetivo proteger los derechos de los trabajadores y garantizar que se respeten los límites de horas laborales. Las empresas deben cumplir con la normativa implementando sistemas adecuados de control, y los empleados tienen el derecho a conocer sus horas exactas de trabajo. El incumplimiento puede llevar a sanciones importantes, por lo que tanto empresarios como trabajadores deben estar informados y preparados para adaptarse a esta legislación.
